sábado, 3 de diciembre de 2016

No volverá

Si el amor desilusiona.
Las punzadas del amor son como el eco en el lugar más vacío.
Nunca sabes cuál será el último abrazo.
Remendar los sueños que hemos perdido por el camino.
Yo nunca asimilaré que ahora supongamos que ya no nos conocemos. Que nunca fuimos.
Si el amor decepciona.
Entregarse así sin límites, proporcionalmente al dolor que vas a sentir ante la pérdida.
El abandono, como el signo más cruel.
Abandonarse a si misma. Porque otro te ha abandonado.
Abandonar la opción a querer a alguien más. Por temor a caer más hondo aún.
Y reprenderte a ti misma, por no haberte tenido en cuenta.
Por haberlo permitido.
Si el amor aparenta. Si desorienta. Si no protege y no anhela.
Claroscuros encubiertos por una confianza que inventarás cuando te empeñes en alargar lo inevitable.
Ser consciente de que ya no va a quererte más.
Hacer visibles los grados del amor. El intervalo entre amar de verdad y olvidar en cuestión de algunos amanereceres.
Lo que cada uno está dipuesto a entregar. A conceder. A tolerar.
Olvidar la dignidad cuando concedes la última de muchas últimas oportunidades a ese amor que no te ama.
Y arañar al tiempo que dedicas a pensar en lo imposible. Porque... no nos engañemos... él no volverá. 



viernes, 28 de octubre de 2016

Rincones que has dejado vacíos

Aquellas palabras que nunca se dicen son las que más duelen.
Sordos los besos abandonados en el eco bajo un tapiz perfecto de estrellas donde yo me sentía tantas veces tu deseo más preciado.
Controvertido será cada escenario en el que no estemos juntos nunca más.
Las punzadas del frío. El cielo más abierto. La angustia en su máximo apogeo.
Temblar por tu ausencia.
Rezar e invocar a espaldas del orgullo y la dignidad por volver al punto en el que me equivoqué sin saber que te querría más cuando ya no estuvieses junto a mi.
Repetir la misma escena en tu cabeza con todas las cerillas de tu memoria gastadas y a falta de sentimientos que ardieron allí donde decidiste dejarlo.
El abandono es el sentimiento más cruel. El más despiadado.
Dicen que de una u otra forma todos necesitamos recuerdos. Y que de las malas experiencias se aprende. Y aunque aprendas a levantar la cabeza caminando sobre rosas grises y marchitas que se muestran caducas y resentidas por todas las lágrimas que te derramé en vano...
Y ahora entiendo que los sentimientos que nos tuvimos, aquellos que me obligas a olvidar se niegan a despertarse ante cualquier amanecer.
Y qué pesado se hace pensar que el tiempo curará las heridas que hoy no te dejan respirar.
Todos los pasos que te alejan de mi.
Cada movimiento por leve y sutil que sea me muestra que el Mundo no es lo que escribías con tus dedos sobre mi espalda a ciegas.
Para quedarme ciega aqui sin nada. Donde nada me importa por el momento.
Momento en que no me encuentro ni me perdono.
Para llover sobre mojado. Para llorar sobre lo llorado. Inundando cada rincón que has dejado vacío.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Ayúdame a olvidar

Por si acaso.
Yo no dejé de utilizar estas tres palabras contigo. Nunca.
No sabré desprenderme de ti.
No quiero que nadie me abrace si ahora ya, no lo haces tú.
No se sentirme de nadie más.
No se entregarme a nadie de nuevo.
Envuelvo todos los recuerdos en un papel de regalo bonito. De esos que no se estropean. El más brillante.
¿Dónde has colocado tu nuestros recuerdos?
Me quema todo este aire que me asfixia... porque ya no te encuentro en ninguno de mis días.
Acabo de ser consciente. No estaré entera nunca más.
Dejé parte de mi en tus ojos azules aquella última vez.
No logré recomponerme.
Por aquí todo es intenso. Y puedo empezar a ser verdaderamente feliz.
Pero... me resulta complicado y contradictorio no seguir buscando restos de tu voz y el calor de tus abrazos.
Sutil la suerte... que voló tan alto que nunca esperó mi agradecimiento.
La vida sigue. Aunque me niegue a respirar de cara al Mundo.
¿Quién ocupará tu corazón?
¿Quién será ahora el motivo por el que sonríes? 
Mientras, seguiré aguantando mis lágrimas. Sujetando atardeceres. Construyendo el dique que soporte cuánto me has inundado.
Sopla el polvo a todo aquello que dejó de tener sentido en nosotros.
Luce antiguo todo lo que ya no seremos más.
Y ahora que ya no tendré la posibilidad de mirarnos más... Ando perdida. Intentando descifrar cómo vas a contarme cómo se hace eso de olvidar a alguien de una forma tan inmediata. Tan efectiva.
Hazlo. Ayúdame a olvidarte.



martes, 16 de agosto de 2016

Al final siempre es así

Al final siempre es así.
De una u otra forma llegas a este punto. Y es aquí donde puedes ver con claridad el otro extremo.
No siempre los besos son dulces.
Pero de algo de lo que no te puedes salvar... es del significado real que tienen todas tus lágrimas.
Del mismo modo que conoces tus hábitos. Sabes de qué forma te gusta el café, lo importante que es para ti sentir el viento en tu piel, en tu cabello... Y conoces el significado que puede tener todo lo que has dejado atrás en algún momento. Aquello con lo que ya no has podido continuar para avanzar hacia algún lugar en el que perderte.
El mundo no te espera más.
Aún sientes que andas hilvanando todo el futuro que eres capaz de asumir.
Es aún más fácil ahora escapar de toda responsabilidad sujetando canciones tristes en cualquier tejado con vistas a las estrellas... Cada latido de tu corazón suena más intenso.
Las locuras bien cometidas. Los abrazos a cambio de sonrisas.
¿Qué secreto vas a esconderme hoy?
Esconder el alma tras una sombra o debajo de las sábanas no sirve de nada cuando todo me huele a ti.
El tacto de tus manos en mi cintura. Se me eriza el vello sintiendo como tú deshaces cada nudo.
Bájame el sol más ardiente y ponlo en mi garganta.
Después mirame más hondo, Más profundo. Más leve y más sutil.
Para que así cuando te vayas no haya un solo día en que no te eche en falta.











viernes, 12 de agosto de 2016

Gris

¿Cómo hacen las personas corrientes para enfrentarse a los finales grises?
¿Cómo se inventan palabras y cómo se escriben frases con la suficiente coherencia cuando el mundo que nos vio amarnos queda tan lejos y anda perdido?
Los latidos del corazón así. De la forma más arritmica.
Porque el corazón es el órgano que más fácil puede inundarse. Llámalo lágrimas. Llámalo insuficiencia para dar más pasos adelante o incluso para volver atrás cuando ya te arriesgaste.
Y es que contigo arriesgarse no sirvió para ganar.
Ganar noches repletas de estrellas. Y abrazos que no encontraban la salida. Y fueron así eternos.
Eterna la pausa de tus labios para pronunciar el silencio más largo. El definitivo.
Definitivamente olvidé volar. Y sentí que perderme ya no era la locura más mágica.
La magia está en comenzar a encontrarse. Sin filtros. Sin restricciones.
Te envié todas las señales. Puse mi corazón en tus manos.
Bajo aquella lluvia que nos caló los huesos y el alma.
¿Dónde han ido a parar todas nuestras promesas?
¿Y dónde se esconden ahora todos los ecos de aquellas palabras que nos susurrábamos cada noche?
No logro recordar nuestro último beso.
Debe ser todo lo gris que envuelve el fracaso. Debe ser todo aquello que nos quedó pendiente. Todo aquello que quedó a medias.
Ruido. También gris.
Y así son los momentos en que puede pararse el tiempo.
Y aunque el avance es constante...
Lo más importantes es buscar la salida.
Ser consciente de que es muy posible... que tras las vueltas que necesites dar hasta encontrar esa salida en un laberinto así... inmenso... él no estará al otro lado esperando.
Sonríe al cielo gris.
Hoy sabes que todo sucede por una razón.



martes, 26 de julio de 2016

¿Tu has olvidado tus mariposas?

No sé hacerlo.
Estoy inmóvil.
Estoy así. Tan callada.
Olvidé como cerrar los ojos.
Y perdí las fuerzas para cerrar los puños.
Busca en el eco todas aquellas veces en que pronuncié tu nombre... allí,  en el fondo de cualquier Mar.
Ya no soy yo.
No pude volver a serlo.
No estas en mi. No estás conmigo. Y sin embargo nunca terminas. Nunca acabas.
Dejé de buscar resguardo en tus palabras.
Dejé de buscar un significado a todos tus silencios.
Mírame y aguanta tus ojos en los míos. Porque es la forma más honesta de contarnos como cicatrizan nuestros mundos. Cómo se transforma la energía que nos ha cambiado. Tan constantes.
Brillas así tan inteligente. Tu y tu forma tan inusual de descifrar cada detalle. Escríbeme una nueva página en mis infinitas emociones...
Y aquí... en este punto, sin embargo... sigues distante al Amor. Es la palabra más ajena a ti.
No confundas tus ansías de volar, tus impulsos por soñar... con el miedo por lo desconocido, Por lo salvaje.
Vive tu vida. A tu modo. Como siempre hiciste.
Apenas unos cientos de kilómetros, inmensos abrazos, besos eternos y mil lágrimas nos separan. Nunca pude elegir como llevar la carga del dolor.
No se elegir olvidarte.
Soy incapaz de no mirarte en cada destello del sol... en cada brisa nocturna. En todo el olor a sal que me rodea.
¿Tu has olvidado tus mariposas?
Porque el mundo termina un poco mas cada día y seguimos el uno sin el otro.




martes, 12 de julio de 2016

ROTA

Escucho atónita a una amiga que está destrozada. Que está rota. Que no sabe avanzar... Que es incapaz de hacerlo. La primera reacción que tenemos como humanos ante un grave peligro es la capacidad de reaccionar... de evitar el daño. De protegernos de él. Sin embargo a veces... siendo conscientes de dónde está situada la fuente de dolor somos incapaces de alejarnos del todo de allí.
Cuando tienes el corazón roto muchos de tus sentidos inevitablemente llegan a mermarse. Y siempre eres plenamente consciente de que no eres tú de forma completa. No escuchas nada de lo que llega de fuera y no quieres ver más allá de lo que te has propuesto ver... Para entonces todos tus músculos se han agarrotado y eres incapaz... de cualquier forma... de avanzar. Y el avance. El avance se convierte en todo un dilema. Ves pasar el tiempo frente a ti. Ves pasar a quiénes sonríen. Ves mil historias de amor que sí funcionan. Que entregan sus corazones sin condiciones... Y entonces captas tu reflejo en cualquier lugar y comprendes que no estás allí donde imaginabas ni tienes lo que querías para ti en modo alguno.
Después de todas las trabas que te impuso la vida... Sigues preguntando si hay algo de cierto en eso que llaman AMOR. Son cuatro letras que encierran lágrima imperdonables y otras que llegaste a olvidar en el momento que menos esperabas.
Mi primera reacción a cuando alguien muestra abiertamente su dolor y es capaz de compartirlo... suele ser irresponsable. Encaro la situación. Y argumento los motivos por los que una tiene que ser capaz de dirigir de vez en cuando al destino que también es capaz de perderse... o probarte una y otra vez... de forma cada vez más arriesgada... La vida son una serie de cartas. Ahora solo tú como buena estratega. Como la mejor estratega. Debes jugarlas. Debes asimilar que tal irá la partida. Y si entiendes que tienes todas las de perder en el momento en que te encuentras... Recuerda que siempre tendrás la posibilidad de volver a barajarlas.

A mi gran amiga. A quién su dolor no le deja brillar con la fuerza que desprende. Con toda su luz.